Los hábitos del consumidor cambian constantemente, en especial por el COVID-19, el cual ha reinventado la forma de comprar. Así, no sale de casa, compra más en línea (hubo un aumento de las compras vía Internet a nivel mundial del 51%) y están conectados 24/7.

Ello hace que las marcas tengan que adaptarse de forma sencilla y rápida, según expuso Eduardo Loaiza de la compañía Brandia durante el pasado Food Pack Summit.

“La innovación está vinculada a la capacidad de adaptación, por lo que, por ejemplo, ya no podemos pensar solo en el diseño para una tienda, sino ocuparnos también del canal. A la par, hay que considerar herramientas que tenemos a nuestro favor como la realidad aumentada que suple una experiencia virtual y como meta una interacción, sensores de temperatura de empaques y chips para validar autenticidad y trazabilidad en la cadena de comercialización, entre otros. Todo esto nos deja llegar más lejos de lo que nos permite la pantalla”.

Es esencial cuestionarse como mi marca está integrándose a las nuevas rutinas y hábitos del público.

Además, a raíz de la incertidumbre que genera el COVID-19, las marcas deben responder a una propuesta de valor que las hagan relevantes en la categoría y hacia el segmento de la clientela al que están dirigidos.

“Independientemente del momento en que nos encontremos, siempre nuestra obsesión como gestores de marca debe ser invertir en la propuesta de valor y en la diferenciación de nuestros productos. Todo lo que yo lo pueda anticipar que el consumidor va a requerir como usuario de mi marca (compro helados y me regalan los barquillos), sorprenderlo y garantizarle llevar más por menos (megapacks, multipacks, planes de fidelidad, etc.) son recursos que siempre motivan a una compra inteligente y a lograr un cliente comprometido con mi oferta”, detalló Loaiza.

Tendencias y preguntas claves

El empaque es un gestor de marca en el punto de venta y tiene la responsabilidad de hablar de todo el equipo que lo llevó hasta ahí.

Se debe observar que hoy hay públicos más conscientes, que son atraídos por empaques responsables y por ello, los esperan y exigen de la marca que les gusta.

A esto se suma el interés por el bienestar integral, donde el movimiento salud y bienestar es la tendencia más creciente a nivel mundial en los últimos 5 años.

“No comen para llenarse, sino para estar sanos”, enfatiza Loaiza.

Simultáneamente, se valora lo local, lo nacional, lo fresco, lo artesanal y hecho en casa. Se ha redescubierto la cocina hecha en casa, el pedir express, así como, las dietas personalizadas o medicadas.

Todo lo anterior nos lleva a innovar y adaptarnos, por lo que es válido cuestionarse:

  • ¿Cómo está mi marca integrándose en las nuevas rutinas y hábitos del consumidor?
  • ¿Cómo puede mi marca garantizar una iniciativa más sostenible de empaque?
  • ¿Nuestro empaque se está comunicando de forma relevante a nuestro target?
  • ¿Cómo está apoyando mi marca a las economías locales?
  • ¿Cómo podría mi marca priorizar la conveniencia sin sacrificar calidad para el consumidor?
  • ¿Cómo está preparado mi portafolio de marca para extenderse y adaptarse a nuevas ocasiones de consumo?
  • ¿Está mi marca preparada para vincularse con un segmento específico de consumo?
  • ¿Cómo está mi marca y empaque trabajando en inclusión y accesibilidad?

Disfrute de la exposición completa en el link:

https://www.youtube.com/watch?v=5OnqFeZArPA