La industria alimentaria necesita envases versátiles, livianos, con oportunidad de exposición de marca y con precios competitivos, que cumplan con las aprobaciones para el empaque de alimentos.

A través del tiempo, según explica Mario Ibarra, Gerente de Ventas de PROPLAX, los envases usados en la industria alimentaria han tenido una gran evolución, pasando por cartón, papel, vidrio, hojalata, así como, soplados, inyectados, termoformados, entre otros.

“Durante este tiempo se estuvo buscando siempre seguridad, apariencia, inocuidad y sobre todo economía, por lo que en este momento los envases de pared delgada y con barrera son los más buscados por su funcionalidad y precio”, afirma Ibarra.

Él agrega que a ello se suma la tendencia de diseños atractivos, económicos y que transmitan al público un deseo de compra, que puedan ser impresos, etiquetados o enfundados, donde las formas y colores atrapen la mirada del consumidor.

Conjuntamente, es esencial a la hora de elegirlos que el recipiente sea compatible con el producto que va a contener (que no reaccione con él y lo degrade), que el contenido o llenado sea apropiado con la capacidad del envase, que tenga barreras dependiendo del contenido, que maximice el espacio de góndola asignado en el punto de venta y que minimice el costo de transporte (peso del envase) y las pérdidas por merma en punto de venta o transporte.

 Envases termoformados y materias primas vírgenes

La empresa PROPLAX, que desde 1964 satisface con calidad las necesidades de empaque de la industria alimentaria a nivel nacional e internacional, ofrece envases termoformados de diferentes capacidades y presentaciones: lisos, impresos y enfundados. También, utiliza materias primas vírgenes aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) como Polipropileno (PP) y Poliestireno (PS).

Los envases termoformados son aquellos que se fabrican a partir de una lámina extruida a la que se aplica calor para ablandarla y por medio de un molde se le da la forma deseada. Entre sus beneficios están precio y estructura del envase (peso ligero, pared delgada, barreras, etc.) Para el medio ambiente beneficia poder ser reutilizados en el hogar y separarse de los demás desechos para su debido procesamiento (reciclado)

Entre las diferencias con otros tipos de envases se enumeran: mínimos de producción aceptables, aplicación de colores al sustrato y diferencia en precios.

Por su parte, las materias primas vírgenes son aquellas de primer uso, es decir, que no han sido sometidas a un reproceso, esto asegura que no están contaminadas además de un mejor desempeño en el proceso de fabricación de envases y un mejor producto final, reduciendo al máximo los rechazos por calidad.

 PROPLAX es una empresa 100% costarricense que ha estado en constante vigilancia de los cambios tecnológicos y los ha aplicado a sus procesos, dando como resultado productos de alta calidad y desempeño.

Su cartera de clientes se distribuye territorialmente en Centro América y El Caribe.  Entre otros resaltan Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos R.L., Industria Los Patitos, Achiotón, Diproa, Lucema, Fruta Dulce, Ujarrás y Taller de Copos.

 A partir de este 2022, PROPLAX renovó su maquinaria de laminado, termoformado, impresión, enfundado, mezcladores y otros equipos periféricos y la ha instalado en una planta completamente nueva ubicada en El Coyol de Alajuela.

PROPLAX va paso a paso con sus clientes en el desarrollo de su empaque.

www.proplax.com