«El precio y el sabor continúan siendo los factores más relevantes para los consumidores», comentó Alejandra Ortiz, directora de Nuevos Negocios para el Caribe y Centroamérica de Kantar, durante su presentación en el Summit Ingredientes, organizado por la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA).
Su afirmación nos muestra que a pesar de las crecientes demandas por sostenibilidad, innovación y experiencias personalizadas, estos dos elementos siguen siendo fundamentales cuando se trata de elegir qué llevar al hogar.
El precio
El precio indiscutiblemente es uno de los factores determinantes en las decisiones de compra. En un contexto económico donde la incertidumbre y la inflación están presentes, el precio continúa siendo uno de los principales determinantes de compra.
Para muchas personas, en especial aquellas que viven con un presupuesto ajustado, el precio es el principal motor. Esto no significa que los consumidores no busquen productos de buena calidad, pero sí que están dispuestos a sacrificar aspectos secundarios si el precio es lo suficientemente atractivo. En mercados altamente competitivos, las empresas que ofrecen productos a precios justos y transparentes logran fidelizar a su base de clientes, generando una ventaja significativa.
El sabor
Aunque el precio pueda abrir la puerta a una compra, es el sabor lo que garantiza la repetición de esa experiencia. La satisfacción sensorial es, quizás, la variable más importante cuando se trata de alimentos y bebidas. Si un producto tiene un sabor excepcional, los consumidores estarán más dispuestos a pagar un poco más por él, incluso si existen opciones más económicas.
Las marcas que logran perfeccionar el sabor de sus productos y ofrecen una experiencia que destaca en el paladar, logran crear una conexión emocional con sus clientes. El sabor tiene el poder de hacer que los consumidores se conviertan en fieles seguidores, lo que a su vez genera un alto nivel de recomendación boca a boca. Además, el sabor es algo personal y subjetivo, lo que lleva a una constante evolución y adaptación por parte de los productores, quienes deben mantener un estándar de calidad que satisfaga las expectativas de un público diverso.
Precio y sabor
El equilibrio entre precio y sabor es lo que muchas marcas buscan lograr para mantenerse competitivas en el mercado. Los consumidores desean sentirse satisfechos con lo que están pagando y, a la vez, disfrutar de una experiencia de calidad. En este sentido, las marcas que logran fusionar estos dos valores con estrategias de mercadeo eficaces y una experiencia de compra fluida, tienen más probabilidades de ganar la lealtad del consumidor. También, aquellas que consiguen mantener estos estándares a lo largo del tiempo son las que más éxito alcanzan, ya que los consumidores valoran la consistencia y la confianza en los productos que eligen.
Aunque los tiempos cambian y las tendencias evolucionan, el precio y el sabor siguen siendo los pilares fundamentales sobre los que se construye la relación entre los consumidores y las marcas. Estos dos factores siguen marcando la pauta, pues los consumidores buscan maximizar su inversión sin sacrificar la calidad de la experiencia. Así, las empresas que entienden esta dinámica y logran ofrecer productos que combinen calidad y accesibilidad, se posicionan como líderes en el mercado.